Cuando suben las temperaturas, mantener frescos los espacios públicos se convierte en un reto. Y aunque los sistemas de climatización parecen ser la solución más directa, la verdadera estrategia inteligente empieza mucho antes: en cómo está aislado el edificio. En Grup Aldago lo sabemos bien. Por eso, antes de subir la potencia del aire acondicionado, te invitamos a mirar hacia cubiertas, fachadas y ventanas.

Aislar bien para gastar menos (y ganar en confort)

Un mal aislamiento térmico hace que el calor del exterior se cuele sin pedir permiso, obligando a los sistemas de climatización a trabajar más de la cuenta. Esto implica un mayor consumo energético, mayores costes y un desgaste innecesario de los equipos.

En cambio, un aislamiento eficiente:

  • Reduce la entrada de calor desde el exterior.
  • Disminuye la necesidad de climatización artificial.
  • Mejora el bienestar térmico de quienes utilizan el edificio.
  • Contribuye al ahorro energético global.
  • Facilita el cumplimiento de normativas actuales sobre eficiencia.

Tres puntos clave donde actuar

En Grup Aldago analizamos cada proyecto con visión global, pero siempre prestamos especial atención a tres elementos constructivos fundamentales:

1. Cubiertas

Son una de las zonas por donde más calor entra en verano. Instalar aislamiento térmico adecuado en la cubierta, como paneles reflexivos o materiales minerales, ayuda a evitar el efecto “horno” que se genera en muchos edificios.

2. Fachadas

El aislamiento de muros exteriores, ya sea por el interior o con sistemas tipo SATE, limita de forma efectiva la transferencia de calor. Es una inversión que mejora tanto el verano como el invierno.

3. Ventanas y carpinterías

El vidrio es uno de los puntos más vulnerables frente al calor. Sustituir ventanas antiguas por modelos con doble acristalamiento y rotura de puente térmico puede marcar la diferencia. Y si se complementa con lamas, persianas o sistemas de protección solar, aún mejor.

Ejemplos reales de eficiencia

En un centro cultural de más de 30 años, el aislamiento era inexistente. Tras incorporar un sistema SATE en la fachada y renovar las carpinterías, el consumo de climatización se redujo en un 40 % durante los meses de julio y agosto.

Otro caso: en una biblioteca pública, tras aislar la cubierta y automatizar los sistemas de sombreado, la temperatura interior descendió hasta 6 ºC en los momentos de mayor calor. Todo sin tocar el sistema de climatización.

Apostar por soluciones que piensan en el futuro

No se trata solo de estar frescos hoy, sino de hacerlo de forma inteligente y sostenible. En Grup Aldago recomendamos siempre:

  • Hacer un diagnóstico energético antes de intervenir.
  • Priorizar las actuaciones de mayor impacto térmico.
  • Complementar el aislamiento con sistemas de ventilación y control solar.
  • Planificar con una visión de largo plazo, teniendo en cuenta el ahorro y el confort.

Un edificio público eficiente es aquel que se adapta a las condiciones climáticas sin depender en exceso de sistemas artificiales. Y ese camino empieza —siempre— por cómo se aísla.📩 ¿Quieres saber por dónde empezar en tu edificio? Escríbenos desde www.grupaldago.com y te acompañamos en el proceso.